lunes, 22 de agosto de 2011

Regina caeli, laetare, quia quem meruisti portare, resurrexit, sicut dixit, alleluia

Hoy no estamos celebrando un Domingo como todos los domingos: hoy estamos celebrando la Resurrección del Señor. Ciertamente todos los domingos celebramos la resurección de Cristo pero hoy la celebramos con mayor intensidad porque al celebrarla después de haber vivido los días de su Pasión, vemos que Cristo con su muerte no nos ha fallado y que al resucitar nos ha manifestado que El es claramente el Señor, el Dueño de la vida y el Vencedor de la muerte. Este domingo está tan lleno de alegría que no nos bastan las 24 horas del día para celebrarlo. Este es el tiempo pascual que va desde el día de hoy hasta el domingo de Pentecostés. Estos cincuenta días que son como un único y solo día festivo, son como un gran domingo que dura cincuenta días. En realidad la Pascua es la única fiesta de nosotros los cristianos porque eso es lo que celebramos cada domingo.Es normal que así sea porque la Pascua nos recuerda el nucleo, la raiz y la fuerza de toda nuestra fe cristiana. La Pascua nos hace conscientes de que Jesús ha resucitado, ha vencido a la muerte y al mal.Proclamar la resurrección de Cristo es proclamar el fundamento de nuestra fe y esta es una afirmación que no podemos contentarnos con saberla sino que la hemos de sembrar en lo mas profundo de nuestro ser para que nos renueve, penetre y transforme, por que si Jesucristo vive, vive para nosotros y vive en nosotros. Anoche nos reunimos en la Parroquia de Santiago para celebrar la Vigilia Pascual y allí renovamos nuestro Bautismo para manifestar de esa manera que al celebrar la muerte y resurrección de Cristo queremos luchar contra todo lo que hay de mal en nosotros y en el mundo, para manifestar que queremos abrirnos a la vida que nos viene de Dios por medio de su Hijo Jesucristo y que ha sembrado en nosotros el Espíritu Santo el día de nuestro Bautismo. Feliz Pascua de Resurrección, aleluya, aleluya!!!

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