martes, 30 de octubre de 2012

MARTES TRIGÉSIMO DEL TIEMPO ORDINARIO.

Santo(s) del día: San Saturnino.

Santo Evangelio según San Lucas 13, 18-21.

En aquel tiempo, Jesús decía: ¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
Dijo también: ¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.

Meditación:

Del Bautismo deriva también un modelo de sociedad: la de los hermanos. La fraternidad no se puede establecer mediante una ideología y mucho menos por decreto de un poder constituido. Nos reconocemos hermanos a partir de la humilde y profunda conciencia del ser hijos del único Padre celestial. Como cristianos, gracias al Espíritu Santo, recibido en el Bautismo, se nos ha concedido el don y el compromiso de vivir como hijos de Dios y como hermanos, para ser como "levadura" de una humanidad nueva, solidaria y llena de paz y esperanza. En esto nos ayuda la conciencia de tener, además de un Padre en los cielos, también una madre, la Iglesia, de la que la Virgen María es modelo perenne. A ella le encomendamos los niños recién bautizados y sus familias, y le pedimos para todos la alegría de renacer cada día "de lo alto", del amor de Dios, que nos hace sus hijos y hermanos entre nosotros. Benedicto XVI, 10 de enero de 2010.

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