Santo(s) del día:
San Saturnino.
Santo
Evangelio según San Lucas 13, 18-21.
En
aquel tiempo, Jesús decía: ¿A qué es semejante el Reino de Dios?
¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó
un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y
las aves del cielo anidaron en sus ramas.
Dijo también: ¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.
Dijo también: ¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.
Meditación:
Del
Bautismo deriva también un modelo de sociedad: la de los hermanos.
La fraternidad no se puede establecer mediante una ideología y mucho
menos por decreto de un poder constituido. Nos reconocemos hermanos a
partir de la humilde y profunda conciencia del ser hijos del único
Padre celestial. Como cristianos, gracias al Espíritu Santo,
recibido en el Bautismo, se nos ha concedido el don y el compromiso
de vivir como hijos de Dios y como hermanos, para ser como "levadura"
de una humanidad nueva, solidaria y llena de paz y esperanza. En esto
nos ayuda la conciencia de tener, además de un Padre en los cielos,
también una madre, la Iglesia, de la que la Virgen María es modelo
perenne. A ella le encomendamos los niños recién bautizados y sus
familias, y le pedimos para todos la alegría de renacer cada día
"de lo alto", del amor de Dios, que nos hace sus hijos y
hermanos entre nosotros. Benedicto
XVI, 10 de enero de 2010.
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