Santo(s) del
día: San Gabriel.
Santo Evangelio según San Juan 1,
47-51.
Vio
Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un
israelita de verdad, en quien no hay engaño. Le dice Natanael: ¿De
qué me conoces? Le respondió Jesús: Antes de que Felipe te
llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Le respondió
Natanael: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de
Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de
la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: En
verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles
de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
Meditación:
También
la vocación de Pedro, según escribe el evangelista Juan, pasa a
través del testimonio de su hermano Andrés, el cual, después de
haber encontrado al Maestro y haber respondido a la invitación de
permanecer con Él, siente la necesidad de comunicarle inmediatamente
lo que ha descubierto en su "permanecer" con el Señor:
"Hemos encontrado al Mesías -que quiere decir Cristo- y lo
llevó a Jesús". Lo mismo sucede con Natanael, Bartolomé,
gracias al testimonio de otro discípulo, Felipe, el cual comunica
con alegría su gran descubrimiento: "Hemos encontrado a aquel
de quien escribió Moisés, en el libro de la ley, y del que hablaron
los Profetas: es Jesús, el hijo de José, el de Nazaret". La
iniciativa libre y gratuita de Dios encuentra e interpela la
responsabilidad humana de cuantos acogen su invitación para
convertirse con su propio testimonio en instrumentos de la llamada
divina. Benedicto XVI, 25
de abril de 2010.
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